domingo, 14 de abril de 2013

Ella, mi salvacion.


Siento que no respiro si no te tengo, que no puedo seguir mi rumbo sin tu sombra junto a la mía.
Quiero poder tenerte, besarte y acariciarte como lo hacíamos siempre.
Hace ya mucho tiempo que no te veo, y no puedo vivir sin vos.
El correr de los días, el pasar de los meses ya son lo mismo si no te tengo a mi lado, si no te tengo junto a mi para decirte lo mucho que te amo.
Te extraño tanto amor mio, no te imaginas cuanto, te extraño tanto que ya no se que hacer de mi vida.
Se me hacen interminables las noches, ya no puedo dormir, ya no puedo sentir el calor que me brindabas.
Me llamo Paula Chaves, tengo 20 años, y ya no se que hacer de mi vida sin el, sin Pedro Alfonso, mi novio de toda la vida. Hace dos meses se fue a trabajar al extranjero, pero nunca llego a su destino. El avión en el que iba cayo, y no hubo sobrevivientes.
Lloraba desconsoladamente, y me repetía una y otra vez que no podía ser, porque le tuvo que haber pasado el, porque me lo quitaron así de mi vida, sin ni siquiera poder despedirme.
Ya habían pasado dos semanas que me había enterado de que Pedro murió, que ese maldito avión se había estrellado. Estaba sin fuerzas, no podía hacer mas nada que llorar. No comía, no dormía, no salía de mi casa. Había caído en una profunda depresión, de la que nadie podía sacarme. No entendía porque me lo apartaron de mi vida, si nosotros eramos felices, nos amabamos, nos amamos.
Mi familia estaba muy preocupada, estaba dejandome morir. No me importaba mas nada, yo solo quería estar con el, sentir sus besos, sus abrazos, sus hermosas palabaras que me tranquilizaban. Necesitaba que el este conmigo para seguir adelante, porque sin el nada tiene sentido.
Estaba sola, no quería que nadie me molestara, no quería que me consolaran, necesitaba llorarlo tranquila. El teléfono sonaba, pero yo no lo atendía. Lo dejaba sonar y sonar, total en algún momento se van a cansar y no van a llamar mas.
Se me cruzaban muchas cosas por mi cabeza, muchísimas barbaridades que no sabia si eran correctas o no. Pero lo único que tenia bien en claro, era que yo me quería ir con el. Una vez nos prometimos estar juntos siempre, para toda la vida, casarnos, tener hijos, y morir bien viejitos pero juntos. Y esto no se estaba cumpliendo, ahora el ya no estaba y esa promesa ya se había roto.
Me levante de mi cama y fui al baño, busque en el botiquin un frasco de antidepresivos, una vez que los tuve en mi mano, fui hasta la cocina y agarre una botella de agua y con eso me dirigí nuevamente a mi habitación, lo apoye en la mesita de luz y me acoste. Miraba una y otra vez ese frasco que descansaba junto a la botella. Esa idea que había tenido hace ya dos días en mi cabeza estaba girando otra vez y era hora de concluirla.
Tome el frasco, lo abrí y agarre una pastilla, tome un poco de agua y lo trague. Tome otra pastilla e hice lo mismo que la anterior. Y hací lo hice hasta terminar el frasco. No se cuantas pastillas había en total, solo se que me las tome todas, y después de eso no recuerdo mas nada.
Me desperté en un lugar extraño, sentía una leve brisa que recorría todo mi cuerpo. Y ahí estaba el, todo de blanco sentado en un tronco caído, con esa hermosa sonrisa que lo definía. Con esa cara tan angelical que me brindaba paz. Poco a poco fui acercandome. El se paro y me tendió su mano, y comenzamos a caminar. No hablabamos, solo camibamos, hasta que llegamos a un lugar lleno de flores, pero en esas flores había como mensajes, esos mensajes eran todas cartas, eran las cartas que me escribió el. Pero había una nueva, la tome y la comencé a leer.
"Amor. Se que te hice una promesa, te prometí que estaríamos juntos toda la vida, pero ahora ya no puedo cumplirlo. Mi vida ya se termino, pero la tuya sigue. No te rindas, no dejes de vivir porque yo no estoy. Quiero que sepas que sos lo mejor que paso en la vida, el amor de mi vida y que en algún otro momento nos vamos a volver a encontrar, vamos a volver a estar juntos y vamos a vivir felices como siempre los planeamos. Ahora tenes que seguir adelante, no solo por vos, sino por esa personita que tenes adentro tuyo, esa personita que es el fruto de nuestro amor. Estas embarazada mi amor. Te amo ahora siempre. Pedro"
Mis ojos lentamente se fueron abriendo, estaba en una cama que no era mía, en una habitación desconocida. Mi mama al verme sonrió, y se acerco a mi, lloraba, y yo no entendía nada. Le pregunte que le pasaba, y me dijo que casi muero, que porque lo había hecho, que porque me quise quitar la vida con esas pastillas. Y ahí fue cuando recordé que me quise matar. Pero luego recordé ese sueño que tuve, esa carta que leí, esa carta que Pedro me había escrito, donde decía que estaba embarazada, pero seria cierto??, o solo fue producto de mi imaginación??.
Los meses pasaron, y yo seguía recordando todo eso que había pasado. Hoy en día me encuentro con una hija hermosa en mi vientre, me encuentro con Milagros, la hija que voy a tener con Pedro. Con el fruto de nuestro amor, que por mas que el no la pueda conocer, yo se que esta muy feliz allá arriba, cuidandonos y protegiendonos de todo lo que pueda llegar a pasarnos. Mili es la razón por la que hoy estoy viva, ella es la que me saco de esa depresión en la que había caído. Por ella es que logro salir adelante, porque ella es mi salvación.



Hola! aca les dejamos un nuevo corto, esperamos que les haya gustado, y les agradecemos de todo corazón todos los lindos comentarios que nos dejan, nos vemos la proxima semana y si lleamos a los 100 seguidores subimos la primer mini historia ;). Besos! 

1 comentario:

  1. Qué triste y qué lindo a la vez! me hicieron llorar! re lindo chicas! :)

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